2007/07/17

Imaz se postula para lehendakari

El artículo publicado en varios medios por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, es una puñalada por la espalda a la estrategia -dubitativa, pero estrategia al fin y al cabo- del lehendakari Ibarretxe y su tripartito virtual. Es más, significa volver a aquellos tiempos pretéritos, casi olvidados, en los que el partido jelkide se preocupaba exclusivamente en no enfadar a los mandamases de Madrid.

Imaz, visto que el nacionalismo institucional -tibio, mejor dicho- es incapaz de tirar hacia adelante con este país, ha decidido dar varios pasos atrás, obedecer a sus amos, los poderes económicos, y alinearse con el poder establecido en España, formado por la gran coalición PSOE-PP, las dos caras de una misma moneda, como se comprueba con lo ocurrido en Nafarroa Garaia.

A mi, personalmente, me alegra la postura de Imaz. Se agradece que un dirigente político vasco hable tan claro de lo que piensa y además lo ponga por escrito y bien clarito. Si alguien guardaba aún alguna duda sobre el grado de nacionalismo del presidente jelkide, ya no le quedará ninguna. Josu Jon Imaz no es nacionalista, ni pretende conseguir la libertad de Euskal Herria. Nunca lo fue, ni tan siquiera cuando militaba en las juventudes de EGI.

Josu Jon Imaz es un neoliberal que, obligado por la fatla circunstancia de haber nacido en Zumarraga, se acercó al partido que más podía sintonizar con su pensamiento en lo ideológico, que no en su vertiente de liberación nacional, jamás asumida como tal por el licenciado en Químicas. Como buen neoliberal, lo que pretende es ayudar a que las empresas de sus amigos y conocidos -incluida la Iberdrola de Sánchez Galán- prosperen y ganen mucho dinero. Si entretanto surge algún pequeño núcleo corrupto -Ibarra, Bravo- no importa. El desarrollo de Euskal Herria es para él sinónimo de desarrollo de las economías de sus entornos empresariales.

Y en cuanto al proceso electoral interno del PNV, parece evidente que Imaz no aspira a salir reelegido por las bases defendiendo semejantes argumentos antiabertzales. Sería un iluso y no lo es. Lo más previsible es que utilice a Iñigo Urkullu -o a algún otro tapado- para esos menesteres, disfrazado de alternativa de consenso para superar la división entre él y Egibar, y posteriormente descabalgar a Ibarretxe de Ajuria Enea y encabezar un gobierno de coalición con el PSOE -o con el PP, quién sabe- con perfil de gestión, buen rollito con Madrid y nada de consultas sobre el derecho a decidir, que eso no es democrático.

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