López&Basagoiti, comunidad de bienes

La persistencia de un modelo político frentista es la mejor caracterización del trabajo que vienen realizando en comandita PSE y PP en la CAPV. No difiere demasiado del que venían haciendo ya en la CFN sus homólgos UPM y PSN, pero, si cabe, lo han acentuado por la propia necesidad de marcar el campo de juego y hacernos ver, a quienes no comulgamos con sus postulados, que ellos son los que mandan.

La comunidad de bienes López&Basagoiti está afilando sus dardos a medida que pasan las semanas. Y lo hace en diversos ámbitos, desde el meramente policial al educativo, pasando por el protocolo, el simbólico o el más paradigmático, relacionado con los medios de comunicación, en especial con su nuevo juguete EiTB.

El discurso que han preconizado hasta su llegada al Gobierno de la CAPV estaba basado en la transversalidad y el rechazo a los frentes, en este caso nacionalistas. Durante años han acusado a PNV y EA de estar al servicio de los proetarras de la izquierda independentista. Ahora bien, una vez logrado el objetivo de desalojar a Ibarretxe de Ajuria Enea, han cambiado sus ofertas de diálogo y consenso por la apisonadora de la suma de votos PSE+PP, con el añadido anecdótico de la UPyD de Rosa Díez.

Les da igual cual sea el asunto a tratar, el caso es demostrar que poseen más escaños que los demás. Que ellos, los constitucionalistas -por no decir simplemente españolistas- son los amos del cotarro en la CAPV, en la CFN y sus correspondientes UMP y PS en el caso de Iparralde.

Saben perfectamente que no nos van a convencer, que les va a ser imposible ensanchar sus bases electorales. Por lo tanto están dispuestos a quemar sus naves, incluyendo las insignias de los uniformes de la Ertzaintza, en una carrera a lo Forrest Gump, en la íntima sospecha de que su tiempo en ese poder autonómico tiene fecha de caducidad.

De ahí viene que Patxi López y Antonio Basagoiti no hablen con nadie más que con sus jefes de Madrid y, por supuesto, entre ellos. Para amasar la harina con la que nos quieren hacer un pan como unas tortas. La levadura corre unos días a cargo de Ares, otros de Celaá, los menos de Surio. Da igual, el caso es que haya alimento para los media amigos [Vocento, SER] o sometidos [EiTB]. La propaganda siempre ha sido el mejor sustitutivo de la eficiencia.

Y en esa tesitura, lo que menos les conviene es un movimiento de fondo por parte de la izquierda independentista, que de paso a una nueva fase política. Una nueva fase en la que la preponderancia de la actividad política sobre cualquier otra variable, les desnude. En ese escenario a levantar, la comunidad de bienes PSE&PP perdería su actual mayoría enmascarada gracias a la ilegalización de Batasuna y por tanto sus planes de perpetuarse en Ajuria Enea se irían a pique.

Dicen que del enemigo, el consejo. Serán poderosos, sí, pero ellos mismos nos están señalando el camino a recorrer para conseguir anular sus pretensiones de mantener la dominación sobre Euskal Herria.

Foto: I. Pérez |El Correo