2015/06/01

Espejismos y realidades

Convendría antes de empezar a abordar un escueto análisis electoral, que aun siendo importante, el voto no refleja el cien por cien de la respiración de una determinada sociedad. Es un indicador, tal vez el que más se aproxima a la realidad, pero no es aconsejable tomarlo como la verdad absoluta. Existen muchas otras maneras de opinar de forma cotidiana, al hacer la compra o usar el autobús en vez del coche privado por ejemplo, que también van reflejando la manera de ser de una sociedad. 


Sin embargo, toca elecciones y vamos a ello, siempre comparando con las elecciones forales de 2011 en Hego Euskal Herria. En primer lugar hay que decir que no ha habido una revolución, sino más bien una reacción, en el sentido de ir, como el cangrejo, hacia atrás. Es cierto que el nuevo partido Podemos-Ahal Dugu ha conseguido unos resultados importantes (194.194 sufragios), sobre todo teniendo en cuenta su corta vida, pero en general las líneas políticas dominantes, con sus altibajos e intercambios de votos, se mantienen en sus posiciones. Eso sí, el Partido Popular pierde muchos apoyos (64.115), que no son compensados por la discreta entrada de Ciudadanos (32.025).

El centenario Partido Nacionalista Vasco suma 26.452 votos más que hace cuatro años en los tres territorios en los que acude con sus siglas. Un incremento meritorio si tenemos en cuenta los escándalos que han afectado a algunos de sus militantes o a proyectos en el que estos estaban implicados. Además, el rendimiento de esos votos de más ha sido espectacular, convirtiéndole en la fuerza más votada en territorios y una mayoría de municipios, salvo el caso paradigmático de Gasteiz donde es tercera fuerza.

Algunos analistas coinciden en señalar que ha recibido votos desde antiguos votantes del PP, espantados por la corrupción, pero entiendo que también lo ha hecho desde sectores que ensu día votaban a EA o Aralar y en esta ocasión han preferido votar PNV en detrimento de Bildu. En resumen, tenemos PNV para rato, gracias a su habilidad para situarse en el centro del tablero sin apenas desgaste de un lado u otro. Acapara votos que van desde el independentismo hasta el sano regionalismo y esa fórmula, hoy por hoy, sigue siendo imbatible.

EH Bildu se deja en el camino 26.202 apoyos, y eso que en Nafarroa Garaia obtiene 5.000 votos más que hace cuatro años. Una pérdida que no es una tragedia, pero que coloca a la izquierda abertzale ante el espejo. No solo no se acerca al PNV, sino que pierde peso relativo respecto a él. Además pierde peso institucional y su apuesta por la gestión no parece haber sido premiada por los votantes. Ha habido exceso de confianza y un cierto acomodamiento a lo establecido, en detrimento del cultivo de un caldo social en ebullición, que ha sido gestionado con inteligencia por formaciones como Podemos.

Siendo la izquierda abertzale la columna vertebral de la coalición, da la impresión de que el resto de socios han quedado diluidos en la marca global y no han sido capaces de arrastrar apoyos de los entornos de PNV, Ezkerra y Podemos. Algunos dirigentes han hablado de un salto cualitativo en la fórmula, un tanto gastada. Se habla de un frente amplio, que debería mirar más a la izquierda y a los movimientos sociales y de la clase trabajadora. Algunos nos acordamos de lo que fue en su momento Herri Batasuna. También habría que mirar con detenimiento lo que están haciendo en Catalunya las CUP. 

En todo caso, los resultados pueden servir para que el espejismo institucional vuelva a su sitio. Habrá que volver a recordar que gestionar una institución no es equivalente a disponer del poder, sobre todo si se está en ella con una mayoría relativa que impide llevar a cabo verdaderas políticas de transformación. La labor institucional no ha sido mala, al contrario, pero no ha despertado ilusiones en círculos ajenos a la propia Bildu.

El PSOE (PSE+PSN) se deja en el intento 40.040 votos, persistiendo en su caída en Hego Euskal Herria. Sin embargo no se desgasta tanto como parecía sugerir la irrupción de Podemos y los casos de corrupción protagonizados a nivel estatal. En Nafarroa Garaia aguanta bastante mejor de lo esperado. Como siempre, jugará  a pactar con PNV  en un sitio e intentar arrinconar a Bildu en el otro. No tienen remedio y jamás se atreverán a abrir nuevas vías de entendimiento con las izquierdas del país de los vascos.

Por lo que respecta a Ezker Anitza/Ezkerra, que aunque no son lo mismo he sumado sus votos, llega a perder 12.716 en total, pero gracias a Irabazi se defiende en todos los territorios, en el sentido de que no desaparece del mapa e incluso en el caso navarro cuenta con aspiraciones institucionales en el nuevo gobierno y en ayuntamientos como el de Tudela.

Seguiremos desgranando apuntes sobre lo sucedido, sobre todo teniendo en cuenta que en pocos meses llegarán las elecciones estatales. Poco tiempo pues para rectificar errores de cara a esos comicios, pero todo el tiempo del mundo para repensar la estrategia y volver a poner a los bueyes por delante del carro, fórmula que nunca ha fallado a lo largo de la historia. 

Resultados forales........2011..............................2015............................

PNV................................333.543...........................359.995.............+26.452
EH BILDU......................316.189...........................289.987............. -26.202
PSOE..............................232.166............................192.126..............-40.040
PP...................................177.912.............................113.797.............. -64.115
Irabazi/Ezkerra...............54.203..............................41.487..............  -12.716
UPN................................111.474..............................91.329.............. -20.145
Nabai/Geroa Bai..............49.827.............................53.034............... +3.207
Podemos-Ahal Dugu...............................................194.194..............  --------
Ciudadanos..............................................................32.025...............  --------

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